26 de agosto
WINDHOEK
Llevo tantos dias sin escribir que me siento desentrenado y casi no se por donde empezar. Lo importante es la decisión que tomé de dejar que el viaje finalice aquí y no en Ciudad del Cabo como era mi intención primera.
Antes de llegar a la capital venia manteniendo contacto por WhatsApp con Mayella y Damian, un matrimonio al que conocí en Arusha y con los que la casualidad me volvió a encontrar en Mbeya, en Tanzania. En África seguían una ruta muy similar a la mía así que ellos eran una especie de avanzadilla y algunos de sus informaciones me resultaron útiles. De hecho, a través de ellos supe que Tania, (francesa) y Rodrigo, (brasileño) estaban hospedados en el mismo lugar al que yo iba y que también les interesaba recorrer parte de Namibia en automóvil.
Y así comenzó una avalancha de acontecimientos que nos llevaron a alquilar un todo terreno 4x4 y lanzarnos como locos a visitar el Etosha National Park para ver todos los bichos salvajes que pudiésemos. La verdad es que con el viaje ya en su última etapa me costaba asimilar que volvía a irme de África sin hacer un safari.
Llegamos a Etosha después de recorrer los más de 400 km que nos separaban de allí. Y lo menciono porque no me resultó fácil echarme a la carretera circulando por la izquierda y con un coche que, aparte de grande, tiene todos los mandos simétricamente al contrario que nuestros coches en España. Tal es así que por varias veces acabé activando el limpia parabrisas cada vez que intentaba poner en intermitente. Ni que decir tiene que intentar adelantar, las primeras veces, era un acto heroico por mi parte. Y así durante todos los días y los 2500 km de recorrido total. La chica francesa no tenia el carnet consigo y Rodrigo no se sentía seguro conduciendo.
Nos cansamos mucho viendo animales en Etosha porque fue un sin parar de recorrer los caminos de tierra buscando animales de forma insaciable.
Hubo dos momentos emocionantes, uno cuando avistamos a una pareja de leones a pie de una de las sequísimas y escasas lagunas. Ahora, en esta parte de África, estamos en temporada seca y los animales tienen que recorrer mucha distancia para beber. Y claro, allí se encuentra en Rey, esperando a sus victimas en plan abusón.
Era como estar en un documental de tv pero viéndolo en directo, observando el miedo y la precaución de los otros animales que, muertos de sed y sin perder de vista a los los leones, no se aceraban a la charca a pesar de que sus depredadores estaban tumbados al sol y a unos ochenta metros.
Hubo dos momentos emocionantes, uno cuando avistamos a una pareja de leones a pie de una de las sequísimas y escasas lagunas. Ahora, en esta parte de África, estamos en temporada seca y los animales tienen que recorrer mucha distancia para beber. Y claro, allí se encuentra en Rey, esperando a sus victimas en plan abusón.
Era como estar en un documental de tv pero viéndolo en directo, observando el miedo y la precaución de los otros animales que, muertos de sed y sin perder de vista a los los leones, no se aceraban a la charca a pesar de que sus depredadores estaban tumbados al sol y a unos ochenta metros.
El otro momento increíble fue encontrarnos muy de cerca con un enorme rinoceronte. Impresionante verlo tan próximo con su enorme volumen corporal. Una experiencia única esta del safari por libre.
Al segundo día, nuestra micro-bióloga, Tania, nos abandonó porque regresaba a Guinea Bissau donde trabaja para Médicos sin Fronteras. Y dado que la chica era un encanto, seguimos, Rodrigo y yo, un poco huérfanos.
Comenzamos entonces el deambular con el 4x4 por zonas desérticas para alcanzar los distintos objetivos programados de antemano.
Comenzamos entonces el deambular con el 4x4 por zonas desérticas para alcanzar los distintos objetivos programados de antemano.
Durante muchas horas nos movimos sobre un desierto enorme de arena y tierra y bajo un calor sofocante. Y ahí, en medio de una calima persistente, aparece la sorpresa en forma de señal de tráfico advirtiendo del peligro ante un giro a la derecha.. ¡¡¡ en el desierto!!!.
Etosha National Park
Spitzkoppe
Pronto nos encontramos en camino de tierra dentro del Desierto de Namibia en dirección a este lugar para pasar la noche en el camping y fotografiar el cúmulo rocoso de granito cuya montaña más alta alcanza los 1784 metros sobre el nivel del mar.
Pronto nos encontramos en camino de tierra dentro del Desierto de Namibia en dirección a este lugar para pasar la noche en el camping y fotografiar el cúmulo rocoso de granito cuya montaña más alta alcanza los 1784 metros sobre el nivel del mar.
Eso sí, allá arriba hacia frio y pasé horas desagradables dentro de un saco de dormir no preparado para temperaturas bajas.
Skeleton Coast
Como es lógico, el nombre de este lugar no es una casulidad. Durante cientos de años gran cantidad de barcos han encallado en las playas y provocado muchas muertes.
Como es lógico, el nombre de este lugar no es una casulidad. Durante cientos de años gran cantidad de barcos han encallado en las playas y provocado muchas muertes.
En esta zona de la costa de Namibia, los vientos azotan considerablem de tierra a mar, y las corrientes son fuertes. Dice la Wikipedia:
"... Los bosquimanos del interior de Namibia llamaron a la región La tierra que Dios hizo en ira", mientras que los marineros portugueses alguna vez se refirieron a ella como "Las puertas del infierno".
Lo cierto es que sentimos en nuestras carnes el fuerte viento y tuvimos que abrigarnos para no pasar frio. El recorrido fue parcial ya que esta costa es kilométrica.
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No cabe duda que en Cabo Cruz pasamos unas horas entretenidas. Conocido como "Reserva de focas del cabo Cross (Cape Cross Seal Reserve", este nombre deja claro qué vamos a encontrar allí.
Al llegar y bajar del coche sufrí el impacto de un fortísimo y desagradable olor que emiten las miles de focas y leones marinos tumbada al sol.
Inmediatamente te tiras a la cámara de fotos como un poseso y disparas decenas de fotografias casi sin control. Es un espectáculo increíble mismo a mis pies. Las focas estan tan cerca como queras acercarte, eso si, con precacion porque algunas intentaran morderte protegiendo su espacio.
Por la playa se paseaban los chacales buscando presas fáciles. Al menor descuido saldrán corriendo con alguna cria entre sus mandíbulas. También las hienas suelen hacer lo mismo pero no habia ninguna en esta ocasión.
Al fondo, las olas llegaban a la costa y cientos de focas practicaban surf deslizandose sobre la cresta en lo que yo imagino una absoluta diversion.
Al llegar y bajar del coche sufrí el impacto de un fortísimo y desagradable olor que emiten las miles de focas y leones marinos tumbada al sol.
Inmediatamente te tiras a la cámara de fotos como un poseso y disparas decenas de fotografias casi sin control. Es un espectáculo increíble mismo a mis pies. Las focas estan tan cerca como queras acercarte, eso si, con precacion porque algunas intentaran morderte protegiendo su espacio.
Por la playa se paseaban los chacales buscando presas fáciles. Al menor descuido saldrán corriendo con alguna cria entre sus mandíbulas. También las hienas suelen hacer lo mismo pero no habia ninguna en esta ocasión.
Al fondo, las olas llegaban a la costa y cientos de focas practicaban surf deslizandose sobre la cresta en lo que yo imagino una absoluta diversion.
Cape Cross y Skeleton Coast
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Parque Nacional Namib-Naukluft
Abarca parte del Desierto del Namib, considerado el desierto mas antiguo del mundo. Realmente es un lugar espectacular donde los colores de la arena de las dunas, las sombras que da el sol en cada momento del dia o los árboles sin vida con sus esqueletos secos y blancos aportan una visión del lugar en la que no das abasto a contemplarlo todo desde infinitos ángulos distintos.
Llegamos al parque ya entrada la tarde y muy cansados de tanto conducir por el desierto sobre esa tierra y grava que tantisimo polvo levanta y que deja los coches blancos y sucios por dentro.
Tomamos la acertada decisión de entrar en el parque y aprovechar las horas que quedaban antes del cierre. A esa hora había poca gente y era importante ver las dunas a la caida del sol. Ni que decir tiene que escalamos una duna y nos llenamos de arena finisima desde los pies hasta el cabello.
Yo disfruté especialmente en esa zona a la que llaman " La laguna muerta".
Llegamos al parque ya entrada la tarde y muy cansados de tanto conducir por el desierto sobre esa tierra y grava que tantisimo polvo levanta y que deja los coches blancos y sucios por dentro.
Tomamos la acertada decisión de entrar en el parque y aprovechar las horas que quedaban antes del cierre. A esa hora había poca gente y era importante ver las dunas a la caida del sol. Ni que decir tiene que escalamos una duna y nos llenamos de arena finisima desde los pies hasta el cabello.
Yo disfruté especialmente en esa zona a la que llaman " La laguna muerta".
"... Al adentrarse en el desierto, una señal indica el camino hacia el “Deadvlei”, que significa laguna muerta. El nombre se debe al cementerio de árboles que rodean la zona. Están petrificados en el suelo, sin vida, como momificados por la desertificación, pero algunos pueden alcanzar hasta los 900 años. Están totalmente deshidratados por lo que tienen cierto color negruzco y no poseen ni una sola hoja en sus ramas."
Informacion obtenida del periodico La Vanguardia